Actualmente estamos inmersos en un mundo donde todo está disponible en cualquier lugar y en cualquier momento y donde las “necesidades” del consumidor cambian de una manera acelerada… algunas categorías se consideran insalubres de la noche a la mañana o, de repente, una categoría nicho, como los productos sin gluten, se vuelven absolutamente imprescindibles para todo el mundo.
En la mayoría de los mercados de gran consumo, las grandes marcas han perdido participación y la están ganando pequeñas marcas insurgentes. Y, al mismo tiempo, muchas categorías de productos están sufriendo la entrada disruptiva de competidores, por ejemplo, las cápsulas en mercado del café molido o en la cerveza artesanal en el de cerveza de gran consumo, entre otros.
Hoy en día, la evolución de la tecnología, la adaptabilidad y la velocidad de adopción de los cambios da una ventaja competitiva a quien sepa aprovecharlas, se trata de innovar para conectar con los consumidores e identificar nuevas necesidades desatendidas.
Toda innovación sólida empieza por la capacidad de escuchar y entender al consumidor para identificar necesidades que el mercado tradicional no satisface y las pequeñas compañías disruptivas, más capaces a través de la innovación y la agilidad, erosionan la participación de las grandes empresas, especialmente en los segmentos Premium.
Teniendo en cuenta este escenario y para mantener su participación y conocer las nuevas necesidades del consumidor las empresas deberían implementar una hoja de transformación digital que incluya como mínimo cinco acciones o proyectos clave:
1) Actuar como emprendedores, abordando una cultura de innovación que crea que la innovación es esencial en el día a día, liderada por el CEO y el equipo directivo.
2) Adoptar formas de trabajar ágiles, estableciendo equipos multidisciplinares con un conjunto complementario de habilidades agile que deben “convivir” junto a las habilidades ya desarrolladas e iniciando un modelo de desarrollo Agile en toda la organización.
3) Situar al cliente en el centro, pasar de centrarse en las transacciones a centrarse en los clientes y este cambio debe basarse en los datos. Gestionando con datos (Data Driven) y través del smart data las empresas mejoraran constantemente su propuesta de valor y la experiencia del cliente para dar el siguiente paso hacia el big data.
4) Establecer estrategias directas al consumidor, la integración de canales y la nueva logística crean oportunidades para que empresas de cualquier sector puedan realizar estrategias D2C, es decir vender directamente saltándose las cadenas de intermediación con el objetivo principal de conocer y atraer a sus clientes directamente, creando un mayor vínculo con ellos, mejorando su satisfacción, su fidelización y sobre todo su prescripción o recomendación.
5) Añadir servicios de valor a sus productos comoditizados, los usuarios y clientes están demandando una mejora en la experiencia con marcas y empresas, ya no se compran productos, se compran experiencias y emociones, esto implica adaptar los modelos de negocio hacia la creación de nuevos servicios a través de sus productos.
Ahora bien, ¿qué hace que una empresa o marca tenga éxito en la era digital?
Las empresas tradicionales se enfocan en situar sus marcas en la mente de los clientes, mientras que las empresas de éxito del sXXI se enfocan en situar sus marcas en la vida de los clientes, considerando a sus clientes más como usuarios que como compradores y convirtiendo sus marcas en marcas de uso en vez de marcas de compra.
Las marcas o empresas digitales no solo hacen cosas diferentes, si no que ¡piensan de manera diferente!