No cabe duda de que somos una generación que está viviendo en sus propias carnes una de las mayores metamorfosis empresariales de la historia: la transformación digital de los negocios.
Los entornos digitales democratizan las oportunidades tanto para grandes como para pequeñas organizaciones, ya que son accesibles para todos. Las organizaciones han encontrado en la innovación, el nuevo motor del camino hacia el éxito.
Para alcanzar este objetivo y acabar de convertirnos en organizaciones 2.0 debemos apostar por implementar y desarrollar una estrategia de transformación digital, potenciando al máximo nuestra capacidad de adaptación.
Pero… ¿cómo puedo transformar digitalmente mi negocio?
– ¿Debo publicar en mis redes sociales?
– ¿Contrato a un Community Manager?
– ¿Abro un e-Commerce?
No, ya que solo será una cortina de humo para disimular que sigues haciendo lo mismo que antes de querer ser digital.
Así que para conseguir la tan ansiada transformación hacia la digitalización de tu negocio y acabar siendo innovadores, primero debemos mirar dentro de nuestra organización y centrar todos nuestros esfuerzos en:
1.- Acompañar a nuestros equipos durante la gestión del cambio
2.- Diseñar e implementar una estrategia digital
3.- Evaluar nuestros procesos
4.- Analizar y seleccionar la mejor tecnología para nuestro negocio
5.- Anticiparnos, siendo más ágiles que la competencia
En el post de hoy, me centraré en explicar cómo la gestión del cambio será uno de los retos más importantes para aquellas organizaciones que apuesten por convertirse en caso de éxito en cuanto a liderazgo 2.0.
Transformar la cultura organizativa es un proceso delicado y a largo plazo, que necesita de la colaboración de todos los integrantes de la organización.
Si los empleados son el motor de la organización, los líderes de la misma son el timón, y como tales, deberán maniobrar pensando en las personas que les acompañan en este camino.
Es vital que frente a cualquier cambio, valoremos el grado de comunicación que ofreceremos al respecto y cómo podemos conseguir que los empleados se sumen. Si no asumimos que estos generan: inseguridad, incertidumbre, rechazo, desconcierto y al final, si no se trata a tiempo, desencanto, no seremos capaces de evolucionar
Por eso es importante:
– Comunicar el cambio de manera transparente y explicando los motivos de haber tomado esta decisión.
– Empatizar con los empleados. Tienen dudas y es una oportunidad perfecta para conocer mejor a tus equipos y demostrarles que están en el lugar perfecto para evolucionar y mejorar.
– Solicitar su colaboración e implicarlos en el cambio. Sentir que ellos también ganarán, será una apuesta segura.
– Dirigir el cambio. Mostrar la cara visible de los líderes que dirigen esta transformación digital fomenta el orgullo de pertenencia entre los trabajadores.
Aquí juegan un papel muy importante, departamentos como Recursos Humanos o Comunicación Interna que deberán sumar esfuerzos conjuntamente, para promover un cambio de cultura digital y facilitar la adaptación y desarrollo individual de los integrantes de la organización.
Insisto, cualquier cambio necesita ser dirigido, hace falta un líder que empuje a los miembros de la organización a sumarse. Si consigues transmitir a tus equipos que a partir de ahora tendrán mejores herramientas para evolucionar y crecer laboralmente, no solo acelerarás el cambio sino que los mantendrás a tu lado.