Por todos es sabido que, actualmente, pertenecemos a una sociedad que convive a diario con las tecnologías digitales. Parte de esas tecnologías son las redes sociales. A través de ellas, empresas y organizaciones de todos los tamaños tienen la oportunidad de llegar un público que estaba fuera de su alcance a través de los medios de comunicación tradicionales.

Esta realidad ha llevado a muchas empresas a trasladar sus plataformas comerciales, de marketing, atención al cliente, RRHH, ventas, etc. a los medios digitales. Pero ese cambio no se consigue únicamente con crear una página web y algunos perfiles en redes sociales. La era digital avanza a gran velocidad, lo cual obliga a las empresas y organizaciones, que han decidido hacer la transformación digital de negocio, a estar en constante evolución con el único objetivo de adaptarse a nuevas formas de comunicación.

Pero posicionarse en redes sociales no es sencillo. Para conseguirlo es necesario crear una estrategia de transformación digital a largo plazo a través de un plan de Social Media hecho a medida. Es básico que la persona o personas que se encarguen de gestionar los perfiles corporativos, conozcan la empresa y, sobre todo, estén capacitados y formados para ello. Nunca hay que olvidar que todo el contenido publicado formará parte de la identidad digital y reputación online de la empresa. Así que, antes de empezar a publicar y compartir contenido en redes sociales, toda empresa y organización debe tener muy presente ciertas recomendaciones.

Consumidores sociales y bien informados.

Un alto porcentaje de los consumidores actuales, cuando necesitan información sobre una marca o producto, lo buscan en redes sociales, a través de comentarios, opiniones y foros. Así que de poco sirve utilizar los canales sociales para la autopromoción. Hay que acercarse al público y captar su atención e interés con contenido que les aporte valor y que, al mismo tiempo guarde cierta relación con la actividad de la marca, producto o servicios. En ocasiones una simple pregunta puede generar una conversación de la que obtener valiosa información. No es necesario (ni aconsejable) que la marca sea siempre la experta. Se consigue un alto engagement consultando y dejando que los clientes muestren el camino a través de sus respuestas. En definitiva, aprovechar la oportunidad que las redes sociales dan a los negocios para conectar con su audiencia a través de relaciones de tú a tú, gracias a una adecuada estrategia de marketing de contenidos.

Compromiso y presencia

Una adecuada presencia en redes sociales cuesta. Requiere tiempo, dedicación y esfuerzo. Un constante compromiso en crear contenido de interés, en escuchar e interactuar. Para que los clientes respondan al reclamo del contenido antes es necesario saber dónde encontrarlos. Y para ello hay que definir previamente los objetivos a conseguir y, en consecuencia, elegir las plataformas en las que encontraremos ese público que puede convertirse en clientes potenciales.

Crear comunidad

Es un error medir el éxito de una estrategia de social media únicamente por el número de seguidores. Hacer crecer la comunidad es importante y utilizar servicios de pago para conseguirlo de un día para otro, puede ser tentador. Pero sólo alcanzaremos los objetivos fijados si contamos a nuestro alrededor con una comunidad dedicada, entusiasta y fidelizada. Algo que los seguidores de pago nunca podrán aportar.

Redireccionar el tráfico

Es vital conducir tráfico hacia la página web o blog. El blog debe ser el centro estratégico donde crear marca personal con artículos relacionados con la actividad de la empresa o el producto que han de ser compartidos en los perfiles de redes sociales. De esta manera se logra una mayor visibilidad de los artículos e incrementar el tráfico.

Humaniza

El trato ágil y personalizado con los consumidores es la mejor estrategia posible. Es importante ser honesto, transparente y en caso de una crisis de reputación, aplicar una estrategia coherente y predefinida. Identificar a los clientes más participativos y premiarlos, incentivar la interacción y no utilizar las redes sociales para comunicar asuntos que no se dirían cara. No se trata de conseguir fans y olvidarse de ellos. Basa los cimientos de tus comunidad en la retroalimentación y la interacción con tus seguidores.

Las redes sociales se han convertido en una pieza básica en el puzzle de la comunicación digital y son una potente herramienta para relacionarnos con el público objetivo y para aumentar nuestra ventaja competitiva.