¿Y ahora qué? Las redes sociales entre hype, fracaso empresarial, y “arma secreta”. Sin conocimiento y cultura de marketing relacional, directo & Interactivo no existe el marketing 2.0
Este es el título de la ponencia con la que voy a participar en el próximo OMExpo Madrid, el 24 de Febrero. Quiero compartir con vosotros aquí la sinopsis para comentar vuestras impresiones.
“When even shoeshine boys are giving you stock tips, it’s time to sell”
Joseph P. Kennedy
El momento actual me recuerda de la famosa observación de Joe Kennedy, citada arriba, que vendió sus acciones unos días antes del crash de 1929. Cuando el Presidente de una gran empresa española me pide que les enseñemos cómo “hacer un twitter” es momento de parar y hacer balance. Reconozco una burbuja cuando la veo. Recuerdo el hype del CRM (“acabo de comprarme un CRM”), y de las “comunidades virtuales” y la “co-creación de la marca (“Hemos abierto una comunidad. Ya no hace falta preocuparnos por la creación de contenidos”).
En CRM, Comunidades Virtuales, y ahora en Redes Sociales, la inmensa mayoría de las empresas transitan de la total ignorancia a la búsqueda frenética de asomarse al tren de moda, todo en el espacio de un año. Para después fracasar estrepitosamente. Sólo unas pocas empresas han sabido convertir estos conceptos esenciales en sus “armas secretas” para sacar una ventaja competitiva duradera. Son las excepciones en los actuales mercados enamorados de las últimas tecnologías y modas, e ignorantes de las estrategias más elementales para sacar provecho de ellas.
Sólo las empresas, y los profesionales, con conocimientos y cultura de Marketing Relacional, Directo & Interactiva se salvan de este debacle. Las que entienden el delicado balance entre escuchar al cliente de manera estructurada, adaptarse a sus necesidades uno-a-uno, y mantener la capacidad de sorprender agradablemente al cliente cuando menos lo espera.
En mi ponencia mataremos a algunas vacas sagradas, y haremos de comadrona en el nacimiento de algunos terneros con mucho potencial de convertirse en toros de pura casta.